El infierno y el paraíso.

Un samurái le pidió a su maestro que le explicara la diferencia entre el cielo y el infierno. Sin responderle, el maestro se puso a dirigirle gran cantidad de insultos. Furioso, el samurái desenvaino su sable para decapitarle.

-He aquí el infierno- dijo el maestro antes que el samurái pasara a la acción. El guerrero impresionado por la respuesta del maestro se calmo al instante y volvió a enfundar el sable.

Al hacer este último gesto, el maestro añadió: -He aquí el cielo.

Todo está en nuestro interior, lo sagrado y lo mundano, el acierto y el error, lo más hermoso y lo más sucio conviven todo el tiempo con nosotros. Si trabajamos con la intención de eliminar lo que no nos gusta de nosotros, creamos sin saberlo nuestro propio infierno. Perseguimos así un ideal fantástico.

Podemos decir que el gesto del samurai enfundado su espada es una señal de humildad y de profunda aceptación de la dualidad interior que hace sufrir al guerrero. Envainando las espadas de nuestros ángeles y nuestros demonios y tomándolos como son, dejamos sin argumento a una pelea inútil que nos hace sufrir y nos desgasta.

Jose Fco. Martínez

¿Qué es lo importante para ti??

El otro día  estábamos trabajando el tema que hacer con su vida profesional y me había dicho que su objetivo era trabajar en algo que ganara mucho dinero. Le pregunté  «Cuando tengas todo ese dinero, ¿qué conseguirás?» . Automáticamente él me dijo: «Podré tener todo lo que desee!!». Continué  preguntándole «Y… ¿para qué quieres poder tener todo lo que deseas?». El chico se quedó pensando y dijo: «Para ser feliz!!!».

Os dejo un video que me gusta muchísimo cuando trabajo el tema de que hacer en la vida.

Marisol Navarro