La verdad os hará libres dice Jesús en los Evangelios,
En Gestalt utilizamos el termino de transparencia.
En el camino que nos lleva a ponernos en contacto con los otros desde la autenticidad, decimos a alguien: lo que me ocurre contigo es que me irrito cuando llegas tarde, que me gustas, o bien que he dejado de amarte, es decir me hago transparente con lo que me está pasando en consonancia a determinada situación o relación.
Esta autenticidad no puede existir si antes no miramos hacia dentro y descubrimos que existe una verdad que tiene que ver con nosotros mismos, con deshacernos del autoengaño y ponernos en contacto con lo que somos, o lo que nos pasa. A veces esta verdad íntima, nos pone en contacto con el miedo, la vergüenza, la frustración o dolor.
La perseverancia y la fe que nos lleva a estar en contacto con nuestra verdad es un movimiento sanado que nos hace crecer.
Un cuento de Alejandro Jodorowsky nos ayuda a entender sobre lo que la devastadora fuerza de la verdad puede hacer con nuestro ego.
Cuento La fuerza de la verdad:
Un guerrero se encontró frente a un monstruo de piel invulnerable. Le disparó una flecha que no le hizo más efecto que una picadura de mosquito; cargó contra él con su lanza, que se rompió sin siquiera hacerle un rasguño, le golpeó con su hacha, que se hizo trizas del impacto; recurrió a su espada, que voló hecha pedazos. Ni sus patadas ni sus puñetazos o cabezazos tuvieron el menor efecto sobre la bestia. No hubo manera. El espantoso monstruo, levantando al guerrero, le dijo entonces:
-Estás derrotado. Voy a devorarte.
-No cantes victoria antes de hora. Cuando esté dentro de tus entrañas, te envenenaré.
-¿Y con qué piensas envenenarme? le preguntó el monstruo.
-Con la verdad.
Jose Fco.Martínez.